Cuando vamos a cambiar nuestro coche, si está en buen estado, podemos venderlo, pero si no es el caso, lo habitual es que acabe en el desguace. No obstante, una vez que están allí, ¿qué partes pueden seguir aprovechándose? Hoy, desde Recuperaciones Grugar, os lo recordamos.
Partes que pueden aprovecharse de un vehículo fuera de uso
Cuando el coche ya no circula, lo cierto es que puede aprovecharse casi todo. De hecho, y aunque no lo parezca, muchos de los objetos que usamos a menudo estén hechos con elementos que antes pertenecían a un coche. Cuando hablamos de objetos, nos referimos a cosas tales como escritorios, calzado, ordenadores, o incluso botellas de cristal.
No debería resultar raro que esto sea así porque hasta un 90% del vehículo puede ser reutilizado y usarse, como acabamos de señalar, para la fabricación de muchos objetos cotidianos. No obstante, y como es de esperar, esas partes del coche también tienen posibilidad de acabar en un nuevo coche.
Algunos de los materiales que se reciclan de los vehículos son, sobre todo, para un aprovechamiento energético, como ocurre en todo caso con el plástico (aunque hay que reconocer que sólo podría usarse un 8%). Por su parte, otros materiales, como los neumáticos y otras piezas de caucho, vidrio, o metales como el cobre, el zinc, el acero o el aluminio, también se reciclan pese a no poder darse el aprovechamiento energético del que antes hablábamos.