Los materiales férricos que podemos encontrarnos son muchos, pero hoy, desde Recuperaciones Grugar, queremos recordaros uno concreto: El hierro puro.
Hierro puro: Curiosidades acerca de este material
Por su nombre, la procedencia de éste material no es difícil de saber, pero lo que vamos a empezar destacando es que no todos los hierros pueden considerarse puros. ¿Por qué? Porque para ello el hierro sólo puede tener un máximo de un 0,03% de carbono mientras que el resto es hierro.
Otros datos curiosos sobre él es que es un material ferroso maleable, de color gris plateado y que presenta buenas propiedades magnéticas y ferromagnéticas. Sin embargo, hay que decir también que se puede corroer con facilidad si se expone al aire húmedo o a altas temperaturas, además de que se oxida con facilidad y es complicado trabajar con él.
Para obtenerlo, hay que hacerlo a partir de óxidos que tengan más o menos impurezas y que, tras su extracción, se transporta a industrias metalúrgicas. Una vez allí, el mineral se prepara mediante el lavado, quebrado y cribado, introduciéndose posteriormente en un alto horno en el que, junto con el aire, se formará la escoria y el arrabio.
Desafortunadamente, y pese a la pureza que tiene este material, y dado lo comentado anteriormente, no es de extrañar que no sea un metal muy útil. No obstante, eso no significa que no se le de uso ya que, por lo general, se funde junto al carbono y otros elementos, motivo por el cual es frecuente que forme parte del cableado eléctrico.