Como sabéis, en el mundo del metal hay muchos objetos que, una vez llegado el fin de su vida útil, pueden gestionarse para que tengan un nuevo uso. Este sería el caso de las chapas metálicas, de las que hay varios tipos y de los que hoy, desde Recuperaciones Manuel Grueso, queremos hablaros.
Chapas perforadas:
Se utilizan para muchos ámbitos, como la decoración, el mobiliario, la insonorización o incluso el filtrado, algo que las convierte en productos versátiles, eficaces e innovadores. Sin embargo, también son muy usadas en máquinas y vehículos, en la industria eléctrica y alimentaria, en la ingeniería civil y en la arquitectura para diseñar interiores.
Chapas de metal lisas y lijadas:
Usadas para crear revestimientos en las paredes, en los suelos y hasta en los muebles, también es frecuente verlas en la industria automotriz, en los electrodomésticos, el mobiliario de metal, o incluso para fabricar ejes, aparatos de calefacción y ventilación, tubos, perfiles y zinguería.
Chapas aislantes:
Excelentes para la construcción por su gran acabado y durabilidad, y adaptadas para aplicarlas en techos, tabiques y muros para la industria y climatización.
Todas ellas, por lo tanto, pueden ser reutilizadas tiempo después, por lo que os recomendamos que, si tenéis algo que contenga este tipo de chapas, lo gestionéis adecuadamente contando con empresas como la nuestra para que así el material pueda volver a ser utilizado.