Aunque el zinc se encuentra entre los materiales no férricos, hoy, desde Recuperaciones Manuel Grueso, queremos hablaros de los múltiples usos que tiene este metal, que es extremadamente versátil y que, además, está presente de forma natural en las rocas, el suelo, el agua y el aire.
El zinc tiene un papel fundamental en determinadas aplicaciones industriales y productos, siendo muy utilizado, al mismo tiempo, para proteger al acero frente a la corrosión y convirtiéndolo en un producto mucho más duradero. Además, cuando los productos de zinc han dejado de ser útiles, es posible reciclarlos, haciendo que el zinc vuelva a poder reutilizarse en otros nuevos y sin que éste pierda calidad o propiedades. Otro de los usos que tiene el zinc está en el sector de los transportes o las infraestructuras.
Actualmente, en el mundo se suelen producir, de forma anual, alrededor de 11 millones de toneladas de zinc, utilizándose el 50% para el galvanizado del acero, es decir, para la ya comentada protección contra la corrosión. Del mismo modo, un 17% se utilizar para producir latón, mientras que otro 17% es usado para poder fabricar aleaciones de base de zinc, aunque esto se hace principalmente en el sector de moldeado por presión. No obstante, el zinc también se utiliza en cantidades significativas en compuestos como el óxido de zinc, el sulfato de zinc o las planchas de zinc.