Por la escasez que hay en la extracción de metales, la tecnología no se puede decir que no suponga una gran ventaja y beneficio para darle la vuelta a la situación. Hay metales cuya extracción es cara y supone, además, un gran índice de contaminación, razón por la que es conveniente que se gestionen bien los materiales. Esto es algo que ocurre con el aluminio, un tema que os recordamos desde Recuperaciones Grugar.
Recuperación del aluminio: ¿Por qué es tan importante?
Como acabamos de decir, un material tan utilizado como el aluminio es conveniente que se reutilice o se recicle. Haciendo esto se consigue que las propiedades se conserven y que la producción sea más económica, por no hablar de que se da un mayor respeto al medio ambiente.
Para llevar a cabo esta recuperación del aluminio hay que tener en cuenta que existen diferentes técnicas, pero una prima por encima del resto: La técnica con sensores. Gracias a ella es posible obtener fracciones de aluminio con purezas del 98% o 99%.
Por otra parte, hay que distinguir la clasificación que se hace de la chatarra de aluminio para saber qué técnica se ha de aplicar para recuperar el material. Encontraríamos dos sistemas:
- Separación por flotación: Con ella se pueden separar metales de distinta densidad y es útil para la separación del aluminio y los metales no férricos. Sin embargo, esta forma no permite la distinción de aleaciones de aluminio.
- Clasificación basada en sensores: Por lo que acabamos de mencionar, los sensores son la mejor opción, como comentábamos antes. Gracias a la tecnología que combina alta precisión con velocidad se puede separar incluso materiales por densidad e, incluso por color. La mayor ventaja de estos equipos es que no son contaminantes y permiten distintas funcionalidades, incluso recuperar el metal que se separa del aluminio.