Tal y como os comentamos en nuestra anterior publicación, hoy desde Recuperaciones Manuel Grueso continuamos hablando de los residuos materiales que se producen en la construcción y que pueden ser reciclables.
Yeso
El yeso puede reciclarse infinitamente y, como ocurre con el acero, mantiene sus propiedades. Además, si no se gestiona de forma adecuada, puede conllevar emisiones de ácido sulfúrico, que es altamente tóxico y contaminante. Este tipo de contaminación es sancionado por la ley española con multas de hasta 30.000€, dependiendo de la gravedad.
Por ello, para tratarlo bien y que no se produzca ningún problema, hay que llevarlo a un centro autorizado.
Poliestireno expandido
En España es más conocido como Porexpan, por la marca que lo empezó a popularizar, y aclaramos que el poliestireno expandido es un material plástico espumado. Es más difícil de reciclar que otros de los materiales que ya se han comentado, pero se puede triturar, compactar o incluso quemar para su reutilización en nuevos productos plásticos, acabados o incluso pinturas.
Es muy importante que se haga una correcta gestión de éste porque sus residuos no son biodegradables.
Metales ferrosos y no ferrosos
A decir verdad, todos los residuos metálicos que se generan en una construcción se pueden reaprovechar si se llevan a un centro autorizado de reciclaje. Sin importar si estos son ferrosos o no, se pueden separar, reciclar o refundir para volverlos a utilizar en nuevos formatos.
Como dato curioso, podemos destacar que dentro de los metales no ferrosos, el cobre, por conservar su calidad a pesar de ser reciclado, es el más cotizado.