El estaño, como tantos otros metales, es un material bastante dúctil y maleable que tiene diferentes aplicaciones. Hoy, desde Recuperaciones Grugar, queremos recordaros sus orígenes además de su proceso de obtención.
Breve historia del estaño
El uso de este metal comenzó a darse en el Cercano Oriente y también en los Balcanes alrededor del año 2000 a.C. Lo principal era para crear un nuevo material al hacer una aleación con él: el bronce. Gracias a ello, dio comienzo la denominada Edad del Bronce.
La importancia que toma esta nueva aleación lleva a que se creen armas y herramientas que son más eficaces que las que se elaboraban hasta entonces con piedra o hueso. Por ello, se originó durante toda la Antigüedad un intenso comercio a largas distancias con las zonas en las que existían yacimientos de estaño.
¿Dónde se puede encontrar el estaño?
Este metal, principalmente, se encuentra en el mineral de la casiterita, donde se presenta como óxido. Su mayor producción proviene de Malasia, Bolivia, Indonesia, Tailandia y Nigeria.
Para obtenerlo, el mineral se muele y se enriquece en dióxido de estaño por flotación, después se tuesta y se calienta con coque en un horno de reverbero, dando así lugar a este metal.