A la gran mayoría de la gente le encantan los espectáculos de fuegos artificiales y, más aún, si estos cuentan con mucho color pirotécnico. Pero, ¿sabíais que los metales tienen que ver con dicho color? Hoy, desde Recuperaciones Manuel Grueso queremos hablaros de esta curiosidad.
Como todos sabéis, el gran secreto de los fuegos artificiales de colores reside en la química ya que ha de juntarse la pólvora negra y el perclorato de potasio para que así el fuego estalle.
Sin embargo, el color se obtiene cuando esto se mezcla con sales metálicas, es decir, sales que contienen átomos de metal y no metálicos que están unidos iónicamente entre sí.
Por ejemplo, para hacer que los fuegos artificiales sean de color rojo carmesí, habrá que hacer la mezcla con sales de estroncio, mientras que si la hacemos con magnesio obtendremos el blanco brillante y el plateado.
De igual forma, para crear el azul habrá que juntarlo con carbonato de cobre o monocloruro de cobre, aunque hay que tener en cuenta que no debe alcanzar más de 1200 ºC. Esto es así porque, de ser más, no se obtendría el tono deseado.
Para el amarillo habría que emplear sodio y, para el verde, usar bario siempre y cuando éste alcance altas temperaturas.
Por último, para generar efectos de humo blanco o destellos con aspecto de estrellas habría que optar por el zinc.