La falta de viviendas hace que la imaginación se ponga en funcionamiento para encontrar soluciones donde parece que no las hay. Hoy, desde Recuperaciones Manuel Grueso, os contamos una historia proveniente de Israel en la que ocurrió precisamente esto.
Al igual que ocurre en Japón, en Israel hay escasez de viviendas y, por ello, es difícil hallar un espacio adecuado para vivir. Esta fue la razón por la que dos mujeres, Tali Shaul (psicoterapeuta) y Hagit Morevski (especialista en tratamiento de aguas) pensaron en aprovechar la chatarra para construir un hogar.
Un viejo autobús fue la chatarra elegida para este cometido. El vehículo se encontraba destartalado por completo y por ello ambas pensaron que idóneo para poner en práctica su idea. Sin embargo, antes de empezar con la decoración para convertirlo en un sitio habitable, hubo que realizar varios acondicionamientos: correcta instalación de ventanas, de suelo, del techo, o los pasos de las ruedas.
Una vez que todas las instalaciones estuvieron realizadas, se procedió a introducir el mobiliario. En el hueco del conductor se puso un pequeño rincón de lectura, conservando el volante a modo de decoración.
El comedor y la cocina se encuentran en el espacio principal del autobús, quedando una barra de cocina con fregaderos, vitrocerámica y espacio de almacenaje a un lado, mientras que en el otro hay dos sillones vintage además de una mesita a juego. En el centro estaría el baño, con ducha y lavabo, y al fondo del todo encontraríamos un único dormitorio que cuenta con una cama que también puede funcionar como sofá.
Como podéis ver, todo es cuestión de imaginación para intentar solventar las dificultades con las que a veces nos encontramos.