Los residuos electrónicos se generan a menudo y para deshacernos de ellos existen determinadas formas de proceder que hay que cumplir. Hoy te contamos cómo hacerlo para no cometer errores.
- Lo primero que debemos hacer es identificar los residuos generados. Actualmente hay dos sistemas de identificación y clasificación de residuos que son compatibles entre sí: el nacional y el europeo. Nuestro consejo es que revises la tabla de equivalencias entre categorías de aparatos eléctricos, fracciones de recogida de residuos y códigos LER (Lista Europea de Residuos).
- Una vez identificados, lo idóneo es localizar a un gestor autorizado ya que no todas las empresas pueden retirar los residuos que se generan. Lo más recomendable es que busquemos a estos gestores en las consejerías de medio ambiente de nuestra comunidad autónoma.
- Es preciso guardar un registro documental de todas las operaciones de gestión que se realicen, y asegurarnos de que toda información sensible que estaba almacenada en las unidades de memoria ha sido borrada por completo. Te aconsejamos que para esto solicites certificados de destrucción y borrado seguro a nuestro gestor.
- Dado que no todos los residuos tienen el mismo impacto ambiental, hay que tener en cuenta los distintos tratamientos que estos pueden recibir. Lo preferible es que se apueste por la reutilización para prolongar la vida útil de aquellos aparatos de los que nos vamos a deshacer.