No todos los residuos procedentes de la actividad humana son iguales. La agricultura y la ganadería no producen los mismos residuos que la explotación de los bosques, la industria o la actividad comercial. Y por no hablar de los hogares, donde probablemente más podemos influir en el reciclaje de todo lo que se produce. Como podemos ver, dependiendo de su origen dependerá la cantidad y naturaleza del residuo. Estos son los principales:
- Residuos Sólidos Urbanos (RSU). La basura producida a diario en las casas, tiendas, oficinas, mercados, restaurantes, calles, etc.
- Residuos Tóxicos y Peligrosos (RTP). Aquellos residuos procedentes de los procesos industriales, que deben ser gestionados de manera especial. Aunque no lo parezca, en nuestro hogar podemos tener este tipo de residuo (lejía, pintura, aerosoles, disolventes o pilas son algunos de ellos).
- Otros residuos. Son todos aquellos que, producidos en ambientes industriales o en la construcción, no son considerados RTP ni RSU. Por tanto, no sufren cambios ni transformaciones físicas y/o químicas una vez depositados (escombros, embalajes, chatarras, etc.).
En función del tipo de residuo, las empresas o los hogares escogen un modo distinto para tratarlo y reciclarlo, con el objetivo final de reutilizarlo en la medida de lo posible y respetar con ello el medio ambiente.